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¿PARA QUÉ FORMARSE?

¿PARA QUÉ FORMARSE?

Los talleres, seminarios, workshop o como los llamemos, son experiencias guiadas por un instructor que enseña a un grupo cómo utilizar una herramienta. Cuando alguien me pregunta si debe formarse, siempre le remito a su propio corazón. Tu intuición es mucho más lista que yo y sabe si te conviene realizar un curso o taller, sabe cuándo es el mejor momento para ti y quien es la persona más adecuada para ello.

Siempre que imparto un Taller, ya sea de Reiki, de Registros Akáshicos o de Conexión con la propia Luz, lo hago desde mi deseo más sincero y profundo de ayudar a las personas en su vida. Deseo, de corazón, que cada uno podáis resolver vuestros problemas sin depender de terapias ni de terapeutas, y por supuesto, sin creer en más maestro que vuestra propia conciencia. Mis talleres van enfocados a que cada persona pueda acceder a sus propia sanación (Cursos de Reiki) o a sus propios Guías y Maestros (Cursos de Registros y de Conexión con tu Luz). Y esto es posible ahora. Sin embargo, si tú ya percibes tu voz interior y otras presencias o entidades, ¿por qué habrías de formarte?

Mucha gente me dice:
“Mira, Amada, yo tengo muy desarrollada la intuición desde niño” o “Yo percibo otras realidades y escucho la voz de mi conciencia hace mucho tiempo, no necesito formarme”. Y así es. Hay personas que no necesitan “estudiar” porque saben acceder a su propia Luz. Sin embargo,  la formación aporta herramientas extra para trabajar más profundamente en un entorno seguro.

En un Taller yo siempre imparto una parte teórica que explica y aclara conceptos. En la teoría expongo el origen o la historia de ese campo, ya sea Reiki, Registros Akáshicos, canalizaciones, etc. También aclaro los conceptos más importantes para poder utilizar las técnicas. Explico cada ejercicio y detallo cómo hacer las prácticas. Se trata de mostrar al alumno un protocolo que incluye, al menos, limpieza energética, protección, acceso y conexión con el área correspondiente.

La parte práctica la realizan los alumnos individualmente y también en parejas o grupos, según cada taller. Yo estoy presente en cada práctica y señalo las cosas que os permiten conectar mejor con la Energía.
En síntesis, formarte te aporta un marco de seguridad de que estás utilizando bien una técnica energética y de que no puedes sufrir ni causar daño alguno. Un taller bien estructurado te aporta confianza en ti y te da las herramientas necesarias para avanzar a tu ritmo en ese campo en concreto.

NIVELES

Los seminarios o talleres se dividen en niveles para que el alumno pueda integrar lo aprendido y practicar lo suficiente antes de acudir a un nivel superior. Mi experiencia me indica que se obtienen mejores resultados cuando cada alumno practica y obtiene seguridad en sí mismo antes de seguir avanzando. Formarse en el campo de la Energía no es una carrera de velocidad, así como tu calidad no depende del número de diplomas obtenidos. Tú has de escoger un/a maestro/a acorde a ti, cualificado, honesto y disponible una vez acabada tu formación. Después, se trata de creer en ti y practicar. ¿De qué te sirve gastarte un dineral en formarte con alguien muy reconocido si no practicas después? Al igual que en un deporte o en un empleo, la experiencia es la que te permite “ascender”. ¿Por qué piensas que en las artes marciales existen cinturones de colores para indicar el grado del alumno? ¿Pensabas, acaso, que una bailarina de ballet utiliza zapatillas de puntas el primer día?

La formación debe ser útil y realista. No sirve aprender técnicas que requieren meditaciones previas de dos horas (y esto lo sabe cualquiera) pues casi nadie dispone de dos horas para preparar una terapia o una consulta para sí mismo, no digamos ya para otros. No es realista. Como no es realista “venderle” al alumnado que con la formación de un fin de semana podremos curar enfermedades incurables ni resolver conflictos mundiales. Una buena formación sí te enseña cómo mejorar tu vida y la de otros, pero no cambia el mundo, lo diga quien lo diga. Y aunque así fuera, ¿quién eres tú para cambiar a otro u otros? Cualquier maestro que se precie de serlo respetará siempre el libre albedrío de alumnos, clientes y pacientes. Por ello, ninguna terapia ni técnica energética que trabaje al servicio de la Luz manipula a alguien sin su consentimiento. Si algún taller promete esto, consulta de nuevo tu intuición.

Respecto a los precios, el mercado tiene opciones para todos los gustos.
Yo siempre he defendido que cada persona puede poner el precio que considere por su trabajo, pero que debería estar acorde con su formación, experiencia, vibración energética, calidad del taller y espacio donde lo imparte. Pero el alumno decide lo que desea pagar y lo que está valorando cuando paga. Por otra parte, reconozco mi disgusto cuando alguien ofrece algo a precios muy por debajo del mercado porque siempre lo he considerado competencia desleal.

El material que se entrega es importante pero no es lo principal. Cualquiera puede plagiar textos y dosieres de otro profesional, por lo que no debería ser lo más importante en un taller. Si ahora escribo los nombres de los símbolos de Reiki aquí pero no te enseño a utilizarlos, ¿crees que servirán para algo? Por otro lado, ¿qué habilidades te puede mostrar una persona? Sólo aquellas que conoce y utiliza: Nadie puede dar lo que no tiene. Y sobre el estilo, hay formadores muy estructurados, formales, rígidos e inflexibles, mientras que también los hay caóticos, indisciplinados, malos gestores de tiempo y desestructurados. Elige tu estilo, ¡hay para todos los gustos!

¿Cómo saber si elegiste bien?
Si al terminar tu formación sientes que aprendiste algo útil y que, realmente, vas a utilizarlo, es una buena señal. A veces, al hablar con otras personas, observas lo que le falta o le sobra a tu curso. Esto va a ocurrir siempre, pues no todo el mundo aporta lo mismo a pesar de enseñar sobre el mismo tema.
En el peor de los casos, habrás perdido algo de tiempo y algo de dinero, pero habrás aprendido dónde y con quién no quieres volver a coincidir. Esto es, en sí, una gran enseñanza. Fíate de tu intuición y acertarás.
¡Disfruta tu formación!

FEDERACIONES, TÍTULOS Y DEMÁS

La espiritualidad no requiere títulos. Alguien es bueno o no lo es. Una persona tiene un don o no lo tiene. Eso es todo. Pero, ¿cuántos intereses hay detrás de todo esto?
 
Soy Maestra de Reiki desde hace varios años y tengo títulos que me avalan como tal.
Los Maestros que me formaron ya no saben si soy buena persona o no, si soy honesta, si entrego un buen material, si me siento superior a mis alumnos o soy humilde… Algunas federaciones se han creado para sacar dinero a sus socios, pero nadie puede probar que quien paga esa cuota sea mejor persona ni mejor maestro que otros.
 
Los títulos en Reiki o en otras enseñanzas alternativas o espirituales no son la preuba de nada, salvo de que alguien ha asistido a un taller, ha pagado dicha enseñanza y ha hecho las prácticas correspondientes. Pero no prueban nada más. En este mundo enfermo de titulitis los maestros mantenemos la tradición moderna de dar un título a nuestros alumnos. Pero esta costumbre seguramente no era practicada por el Maestro Mikao Usui, redescubridor de Reiki.
 
Por otro lado, cuando imparto mis talleres de Registros Akáshicos, entrego igualmente un diploma que sólo demuestra que la persona asistió a la formación y que se comprete a hacer las prácticas que recomiendo. Pero ni el taller, ni el dossier (que preparo con tanto cariño) ni el título aseguran a la persona poder canalizar información de sus Guías y Maestros. La capacidad de canalizar es un derecho que todos tenemos; tener un título o no tenerlo no varía esta condición, aunque el apoyo y preparación con un maestro sí que resulten necesarios.
 
Lo que quiero aclarar con todo esto es muy sencillo:
 
TÚ YA ERES UN CANAL DE REIKI
TÚ YA ERES UN CANAL DE LUZ
 
La formación y apoyo de un maestro honesto (preparado y formado), cuya presencia no termine al finalizar el seminario, con tarifas ajustadas (a su formación, a la realidad actual, al lugar donde imparte sus cursos, al material que entrega…) y con una espiritualidad real en su vida cotidiana sí es algo que debes exigir como alumno.
 
Ante la posibilidad de hacer un seminario de formación con alguien nocompares sólo  precios, lugar y fechas. No se trata de la imagen que emite esa persona o del poder que crees que tiene, ya que esto no puede “entregarse” al alumno. Examina sencillamente:
 
¿Qué puede aportarme esta persona?
¿Qué más puedo aprender, aparte de la pura teoría?
¿En qué mi vida se enriquece al formarme con este/a maestro/a?
¿Creo en su honestidad?
¿Vibro o resueno con lo que esta persona emite?
 
Estas y otras preguntas te llevarán a encontrar el seminario adecuado para formarte en tu camino espiritual. Un Maestro es una persona normal que vive su vida como una continua enseñanza: ¿veo esto en la persona a la que considero mi maestro/a?