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SENTIR

SENTIR

El otro día me paré a sentir. Puede parecer que lo hago todos los días, pero no. Cada día me despierto con algún ruido cotidiano (en tu caso, tal vez sea el despertador) y mi piloto automático se dirige al cuarto de baño y después, irremediablemente, mirada al móvil y viaje a la cocina. Con los ojos entreabiertos y los pelos descompuestos preparo un ritualizado y aburridísimo desayuno y, sin saborearlo, me llevo mi té o lo que sea, aún sin terminar, a la habitación de los libros. Y así, sin pararme a sentir, enciendo el ordenador y espero que la fuerza me acompañe y guíe mi tarea. Cada mañana lo mismo, más o menos. ¿Te suena un poco? Entonces me di cuenta de que no estaba sintiendo la vida, solo sobrevivo, ¿y tú?

Hace unos días mi maestro me invitó a sentir, que ya ni recordaba cómo se hace. Algo tan natural en nosotros se ha perdido con el paso de los años y la mayoría de los que habitamos el planeta hemos optado, consciente o inconscientemente, por vivir con menos intensidad. Las obligaciones cotidianas, las responsabilidades, y por supuesto, el miedo al sufrimiento, nos han hecho respirar superficialmente, evitar mirar de frente las cosas y a las personas, y sentir solo lo justo. Este funcionamiento, que puede salvarnos de un gran sufrimiento en un momento dado, ha hecho que pasemos por la vida sin saber ni lo que llevamos puesto, ni quiénes somos ni lo que queremos. Desde aquí te propongo hoy que saques un rato para estar contigo, aunque sean diez minutos, ¡vas a flipar! (Nota: en español de España flipar significa coloquialmente “quedarse maravillado o admirado” y también “asombrado o extrañado”).

¿Cuál será el resultado? Experiméntalo tú, pero para que no te pille muy por sorpresa te anticipo que, si te permites sentir, vas a conectar con quién eres realmente y con grandes verdades sobre la vida que no podías ver por no sientes. ¿Cómo hay que hacerlo? Bueno, yo acabo de empezar, no sé muy bien qué decirte, pero lo esencial es querer. ¿Quieres? Tal vez notes un “nooooo” dentro de tu cabeza, porque el niño asustado que vive en tu interior no quiere experimentar mucho, no vaya a ser que pase algo malo. Fíjate que un niño sano siempre tiene deseo de subirse a los árboles y de tirarse por un terraplén, pero un niño herido se queda en un rincón y no quiere ni moverse. ¿Cuál de los dos tienes dentro? Pues aunque no tengas ganas, hazlo. Aunque temas el resultado, sentir no ha matado a nadie nunca, que yo sepa. Al contrario, cerrar los ojos y permitirse escuchar el propio cuerpo ha salvado más de una vida. Escuchar lo que uno es, desea o teme es la base del crecimiento personal. Atreverse a poner nombre a lo que uno experimenta le da poder y fuerza, y expresarlo, al menos a sí mismo, le hace más humano, y por tanto, más conectado a todo.

Yo no sabía ni por donde empezar, pero ¡me lancé! Respiré, cerré los ojos, y sentí, y ¡oh maravilla! Esto sí que es vida.

Imagen de Leohoho

SENTIR DA PERSPECTIVA

Cuando experimentas el ahora tienes una mejor visión del conjunto. Te percibes frente a todo, el tiempo se para y puedes atisbar lo que realmente está sucediendo. ¿Qué estás evitando? ¿Qué deseas que no sabes alcanzar? ¿Qué le pasa a tu cuerpo, abandonado en una esquina, al que, a veces, solo utilizas como animal de carga? ¿Y qué dice tu corazón? Tal vez has olvidado que lo tienes por miedo al dolor, a un nuevo desengaño, a una caída mil veces repetida. Sin embargo, si estás aquí, es que aún funcionan tu cuerpo, tu corazón, tu mente y por supuesto, tu espíritu. Pues bien, ¡dales alas pa volar! Deja que la respiración te conecte con tu verdadera esencia. Permite que el aire que entra en ti se lleve las viejas tristezas y deje todo limpio para uno nuevo paso. Respira borrando la idea del error y viendo cada acto y cada suceso como pasos necesarios para verte hoy así, tan francamente, tan desnuda/o frente a ti. Entonces anota en tu interior la ristra de emociones que tenías guardadas y que no podías ver bajo el polvo de los años. Mírate de frente y observa lo que ocurre en ti cuando sientes cada bocanada de aire. ¿Lo notas? Yo diría que brillas… Emites un fulgor indescriptible porque estás hecho/a de estrellas. Y entonces todo lo de afuera se coloca. Todo se ordena. Todo se calma. El estrés ya no es necesario. La ansiedad puede irse a dar un paseo. La tristeza no encuentra pupitre donde sentarse. Si haces esto, la vida, asombrada, te mira de modo desacostumbrado, cargada de pasión y de fuerza, haciendo que cada experiencia sea, ahora sí, real. Cada cosa que ocurra a partir de este instante tocará todas tus células, todas tus neuronas. La vida rozará todos los poros de tu piel y todo cobrará sentido. Se irán los temores y los miedos, se disolverán los traumas, volverán el juego y la risa, será algo así, como estar enamorado.

¿Imaginas? ¿Sentirte enamorado de cada instante, de cada tú que te habita, sin juicios ni urgencias? Pues tal vez la vida es eso: amarse como uno es, aceptar lo que siente y ponerle nombre, si quiere, y decirlo, si quiere, y vivirlo. Tal vez, solo consiste en respirar, en poner la mano en el corazón y en decirse: “sí, quiero”. Y vivir.

NO TEMAS

Cuando temes, ¿no notas tu corazón más pequeño? El pobre se encoge y se entristece, se vuelve gris, opaco (yo lo he visto), y no tiene ganas de sonreír. Entonces él intenta por todos los medios que tu alma y tu mente esté tristes y negativas, porque así se siente mejor. Algo en ti te hace recordar canciones melancólicas, hechos dolorosos, personas que ya no están, y podrías estar llorando una semana o dos. Pero si respiras en el corazón y le dices: “Yo te cuido, no va a pasarte nada malo, vamos a dar una vuelta y a lucir palmito”, verás que todos los colores multiplican su belleza, que los sonidos se amplifican, que las personas son hermosas o que cada pájaro y cada árbol pueden sentir tu presencia. Cuando sientes te conectas con todo el que siente (perdón por la redundancia). Hagamos un club de sintientes, que cada vez seremos más.

SENTIR INFORMA

A veces no sabes lo que pasa dentro de ti. Te duele algo o tienes una molestia y no sabes la causa. O estás triste y desconoces el porqué. O puede que tengas cólera, agotamiento, nostalgia… Pues la respuesta está dentro de ti. Esta frase tan manida (tan de Facebook) la has oído cientos de veces, pero, realmente ¿buscas en tu interior? Creo que si sientes tu cuerpo encontrarás algo de información de lo que te ocurre. Creo, de verdad, que si te paras a sentir lo que te pasa descubrirás la raíz del problema. Y creo también que si sientes sin expectativas puedes conectar con toda la información del universo. Es una opinión, pero ¿no te apetece probar?

EN EL AMOR

Tal vez amar no era más que sentir. Cuando miramos desde lo profundo todo puede ser bello y todo tiene un sentido. Seguramente amar solo era eso: mirar completamente, con intensidad, entregándose al acto de mirar. Esa actitud es la base del amor y también de la pasión, pues no ama quien no se apasiona. Si te permites experimentar sin red los acontecimientos cotidianos; si eliminas las barreras que al sentimiento la mente le pone; si te lanzas a descubrir la gran capacidad que tienes para vivir intensamente cada instante, podrás comprobar que eres una fuerza imparable vestida de persona y que habitas en este universo para tu expansión y la de todo lo que existe. Así que, guárdate el miedo en un bolsillo (o mejor aún, tíralo a la basura, contenedor marrón) y disfruta de ser tú en este momento y en este lugar. Que todo lo que eres se conecte con el amor que ha creado esto, aunque no lo entiendas. Que tu alma habite por entero cada célula de tu cuerpo y pongas en corazón en todo lo que haces, y si no, mejor no lo hagas. Que te entregues al dulce vaivén de la vida, que te arriesgues, que ya sé que la vida mancha, pero ¿quién dijo miedo?

VIVIR CANSA, PERO MOLA

Hace unos meses vi la obra de teatro Matar cansa. El protagonista describe algunos de los crímenes y de los hechos más relevantes de la vida de un asesino en serie al que admira con veneración. Pues bien, además de un texto impecable y una interpretación magnífica por parte del actor Jaime Lorente (Denver en la serie La casa de papel), la obra es un ejemplo de pasión. Salí del teatro como en trance, con infinito placer por haber entendido un modo de pensar y de sentir distinto al mío. Sin juicios, admirando la pasión del protagonista hacia otra persona y sus actos, por más que estos sean condenables. ¿Qué sucedió? Simplemente, que la obra me ayudó a sentir cada palabra del texto dramático, cada gesto, y por supuesto, que me permití sentir lo que todo eso que pasaba fuera provocaba en mi interior. ¿Qué hay de malo en sentir? Para eso está hecha la vida, y en nuestra existencia, no podemos experimentar esta dimensión sin ocupar completamente el cuerpo, sin utilizar la cabeza para elaborar procesos intelectuales y sin sentir en el corazón cómo nos afecta, ya que todo lo que nos rodea nos toca mostrándonos lo que somos. Pues bien, tras la obra, estaba yo casi tan exhausta como supongo que lo estaría quien interpretó del monólogo, ¿podría ser? En el camino a casa comprendí que sentir cansa. Que vivir apasionadamente cada segundo con plena consciencia nos va a dar tantas agujetas como la primera semana de gimnasio, y que en ese punto cada uno debe decidir si seguir viviendo o dejarlo. A mí, a veces, aún me duele el pecho al respirar, los ojos al mirar inquisitivamente las cosas, y, por supuesto, el corazón físico al permitirme emocionarme. Pero, ¿qué he de hacer? ¿Seguir trabajando, comer rápido, ir a la compra apresuradamente, hacer la cena y dormir? ¿O respirar con los ojos cerrados y observar si lo que estoy haciendo es coherente conmigo y ayuda a los demás? Pues bien, a pesar de las agujetas, a pesar del dolor de cuerpo que uno tiene cuando experimenta la vida, yo voy a seguir sintiendo. Al igual que cuando uno hace al amor, que si lo hace bien se cansa, pues yo elijo sentir. Como he escrito en otros lugares, espero que al final de mi vida, cuando me vea de nuevo con el Creador y Él me pregunte qué tal fue mi viaje, yo le diga sonriendo: “Huaaaaaaala, papá, qué experiencia”. Entonces me sentaré en sus rodillas, me acunará dulcemente y me peinará un poco con la mano, mientras yo sonrío sin poder parar y le cuento que… he vivido… a tope.

Imagen de cocoparisienne

NO SE PUEDE NO SER ESPIRITUAL

NO SE PUEDE NO SER ESPIRITUAL

Cuando estudié Periodismo entendí que, como decía Paul Watzlawick, “es imposible no comunicar”. Un buen ejemplo es ser invitado a una fiesta: tanto si asistes como si no, están enviando un mensaje. Y si decides ir, hagas lo que hagas te estás comunicando: si eres puntual, si llegas tarde, si vas borracho, si vistes acorde a las circunstancias o no, todo ello está enviando un mensaje a los demás, y especialmente, a quien te invitó.
Asimismo, es imposible no ser espiritual. El ser humano, por sus propias características, es un ser religioso y social, como lo definió Aristóteles, un zoon politikón, que se ha interpretado erróneamente por “político”, pero que se traduce como “animal social (o cívico)”. Somos animales sociales, y también, como prueban los primeros enterramientos, somos espirituales. Simplemente, unos lo expresan y otros no.

La espiritualidad es una característica humana que cualquiera puede vivir y desarrollar, pero no fuimos creados para imponer nuestras ideas, comportamientos o creencias a los demás, aunque lo hacemos con demasiada frecuencia. Y el primer gran error de las personas que nos decimos espirituales es creer que nuestra posición es la mejor, y no pocas veces nos empeñamos en hacérsela tragar a los demás. Creo que deberíamos encargarnos de ser más coherentes con nuestras creencias y dejar de metérselas por los ojos a los demás (basta ofrecerlas con amor)  


CUANDO NO SOMOS ESPIRITUALES…
Cada vez que insistimos demasiado o forzamos a otro a pensar, sentir o probar algo (aunque sea buenísimo), estamos dejando de ser respetuosos y nos alejamos de la verdadera esencia de la espiritualidad: el respeto.

Si insistimos, no estamos aceptando otros puntos de vista, otras ideas y otra forma de ver el mundo. Si fozamos algo, olvidamos que nosotros estamos en este pensamiento ahora, pero antes estuvimos en otro, y podemos apostar a que dentro de un tiempo, tendremos otra visión del mundo.
Cuando rechazamos otras creencias, ideas o concepciones del mundo no estamos dando ejemplo de comprensión y respeto. ¿Eres de estos? No hay que culparse, sino cambiar lo que hacemos mal.
Presumimos de ser Seres de Luz, Almas viejas y maestros espirituales, pues te diré de nuevo que las Almas avanzadas no presumen. No se jactan, no se pavonean, no se creen superiores. Pues si realmente somos azanzados, sabemos que somos exactamente iguales en esencia. Somos hermanos.

LO MATERIAL Y LO ESPIRITUAL
En mi opinión, la diferencia entre cualquiera de nosotros y un verdadero ser humano de conciencia elevada es la actitud. Todos comemos, todos tenemos que pagar nuestras casas y ganar dinero en este plano para nuestros gastos, la diferencia es ¿cuánto tiempo dedicas al día a pensar en lo material?

¿Tienes miedo a que te falte? Entonces te falta CONFIANZA
¿Crees que te puede faltar? Entonces tienes MIEDO
¿Estás obsesionado con lo material? 
¿Estás muy centrado en el dinero, las propiedades o los bienes?
¿Juzgas a alguien por su riqueza material?

Empieza a confiar ahora mismo en que tu Luz interior atraviesa determinadas circunstancias para tu crecimiento, para tu avance o para compensar actos de frecuencia inferior. Ahora, con tu nivel de conciencia, relájate. Confía en que todo esto pasará y sé verdaderamente un maestro aquí, es decir, al menos, no sufras. De acuerdo, te va fatal, te encuentras mal, las cosas te van de pena y tu economía no fluye, entiendo lo que estás pasando (porque ya lo pasé) y te recuerdo que no sirve de nada lamentarse, llorar y sentirse como una víctima de las circunstancias. Puedes darte pena cinco minutos al día, pero, por favor, cuando pasen cinco minutos, ponte a meditar (para calmar tu mente y conectar con la Luz) o ponte a realizar las gestiones necesarias en la Tierra.
ELEVA TU VIBRACIÓN
Somos de Energía, pero comemos y pagamos nuestras cosas, así que, hemos de estar en ambos “planos” a la vez, pero con calma. Es decir, somos espirituales, ¿verdad? pues CONFÍA en que esta situación tiene un objetivo espiritual y que pasará, y mientras, haz lo que tengas que hacer. Ser espiritual no es ser vago ni tonto, sino hacer lo correcto y dejar de preocuparse por el resto. Y funciona.

Eleva tu vibración. Como te dije, todos somos seres espirituales, pero ¿en qué estás pensando? ¿En la envidia del vecino, en la injusticia de la vida, en las guerras o en el cáncer infantil? Muy bien, tienes derecho, pero ¿qué tal te sientes? Y algo más, ¿has solucionado algo llorando al ver el telediario? No lo creo. Ponte a hacer algo ¡ya!. No sufras, ACTÚA. Piensa en Luz, en Amor, en comprensión, en karma y sentido de la compensación, pero por favor, evita pensamientos y emociones de juicio, crítica, victimismo, venganza, odio, ira… ¿Te crees alguien espiritual? Amate. Ahora.

Queremos ser muy elevados, muy listos y evolucionados, muy bien, pues no dudes de que la Fuente, tus Guías y Maestros, tus ancestros ya fallecidos y la gente que de verdad te ama, desean ayudarte a que seas feliz y estés bien. Y yo te pregunto, ¿estás bien cuando te obligas a algo? ¿Cómo te encuentras si no te respetas? ¿Cómo te va cuando te centras en lo mal que te va todo y piensas que te han abandonado? Pensar en el dolor, ¿te ayuda? ¿En serio?
Y cuando quieras ayudar a otro, déjalo en paz. Si, en paz. Ahí tienes la respuesta: darle la PAZ al otro. Para ayudar a otro has de respetar sus ideas, emociones, creencias, compòrtamientos… y verlo capaz de evolucionar. No eres imprescindible para su avance, pequeña Alma. Yo soy Maestra de muchos alumnos de Reiki y de Registros, y tengo más defectos que un plato de Masterchef. Por favor, no te compares, no impongas, pero no retrases tu propia evolución espiritual. ¿La clave? EL AMOR.

NO ERES ESPIRITUAL SI NO AMAS
En primer lugar a ti mismo/a. He escuchado a muchísimas personas que dicen “nunca tendré pareja” o “no debo cobrar mi trabajo”, y yo les pergunto, ¿por qué? Tu mismo te estás limitando, ¿no lo ves?. ¿Qué ejemplo de amor vas a dar a otros si el amor o la properidad no están en tu vida? Acaso, ¿crees que la espirutalidad está reñida con el amor humano, el éxito, la salud o la properidad económica? Yo no lo creo. El ejemplo de alguien espiritual es el amor. ¿Eres capaz de amarte y darte cosas buenas? ¡Genial!
Y vamos un poco más lejos, ¿eres capaz de amar a otros? ¿Aún no? No te preocupes, no te culpes. Haz lo posible. Si estás en la Tierra como ser humano, es que aún tienes mucho (pero mucho) en lo que avanzar, así que relájate. Haz lo correcto, poco a poco, día a día. Y mira esta gran verdad: tú eres Luz y estás avanzando, pues los demás también. Así de simple. ¿También las personas que hacen daño a los demás? Si, también. La espiritualidad incluye ser correcto en la Tierra pero no culpar a otras Almas de su punto de evolución, pues todos hemos estado en puntos de conciencia inferiores al actual. Pero parece que esto lo olvidaste…
Quiero decir que cuando alguien llega a 5º curso, es que ya cursó 1º, 2º, 3º y 4º necesariamente. ¿Leíste esto? Necesariamente ya estuviste en estados de conciencia inferiores (que son todos aquellos que criticas actualmente) y te aseguro que, si lo deseas, estarás en estados de conciencia superiores. Esto es seguro, si tomas el camino adecuado, de nuevo, el camino del AMOR.
Amar es perdonar. Sí, también a ti. Haz las cosas lo mejor que puedas, y cuando falles, te das un beso y te perdonas, ¿así de sencillo? También puedes ponerte verde durante varias horas, ir a un bar a emborracharte, tatuarte “soy imbécil” o cortarte las venas, pero, aparte de sus efectos estéticos, no estarás amándote y te anticipo que te creas muy mal karma. (Vaya, ya estamos con eso – pensarás. Sí, si tú no te amas, generas energía de no-amor de vuelta a tu vida, luego, ¿qué seguirá ocurriendo en tu vida diaria? Esto es el karma: lo que siembras recoges).

Así que, para todo este mes, ámate, ya que dices que eres espiritual y quieres seguir creciendo como Alma, confía en ti. Tus Guías y Maestros te aman y te asisten, y el sexto sentido que vas a desarrollar (sí o sí) te orienta hacia las personas y experiencias más adecuadas para ti. Tú eres maravilloso.

Sé feliz, pues si amas (a otros y a ti) serás más espiritual cada vez, y ayudarás a elevar la energía de la Tierra Madre. Todos te necesitamos. Todos. ¡Eres fantástico! En serio. 
Ahora, sal de estes blog y sal a sonreírle a la vida, disfruta algo fresco en una terraza o camina descalzo por el parque. Esta es la misión que tenías, AMAR es la misión que tienes.
Nos vemos en el Amor.