por Amada Selina | May 30, 2016 | Crecimiento personal y espiritual
Estimado/a lector/a:
Quiero aconsejarte algo muy simple: SÉ BUENA PERSONA.
Tengo mucho interés en que seas buena gente porque cuanto más aumenta el número de personas éticas, generoras y honestas, más saludable y hermoso es el espacio físico en el que habito (la Tierra) y, por lo tanto, mejor voy a encontrarme yo. Pero aparte de mis descarados motivos personales, deseo que tú seas cada día mejor persona por varias razones de peso.

Llevo años trabajando como terapeuta y ahora, como canalizadora de Registros del Alma, veo aún más claramente cómo la maldad afecta al cuerpo físico. Tal vez no lo creas, pero ser mala persona puede enfermar el cuerpo. El egoísmo, la mentira, la envidia, los celos, el miedo y todas las emociones de baja vibración causan atascos energéticos (como afirmamos en Reiki) que terminarán por generar problemas en tu cuerpo físico. Este hecho ha sido demostrado por la Ciencia, aunque se oculte. Me dirás que conoces gente muy capulla que está sana, y así es. No sé sus motivos, no sé si el Cielo les permite esta vida amoral sin consecuencias sobre su salud o no tardarán en “pagarlo”, y tampoco voy a dedicar un solo minuto a este asunto, pues no es mi trabajo porque yo no soy Dios. Me centro en ti que estás leyendo esto ahora: si eres mala gente te enfermarás más. ¿Las razones? Las emociones que tú llamas negativas, que en realidad no es que sean negativas sino que su energía es más densa, evitan que fluya la energía de Luz y Amor que tú eres en esencia, y lo que se atasca te enferma (como explican la Osteopatía y sus descubridores).
Un ejemplo muy claro es el de la ira: si sientes ira, ¿cómo te encuentras? ¿Cómo sientes tu cuerpo? ¿Tu espalda? ¿Y tus órganos internos: estómago, intestino, hígado?
Por otro lado, aparte de la salud fisica, ser mala gente atrae más mala gente a tu vida y a tus experiencias. La razón es la conocida “ley de la atracción”: lo semejante atrae a lo semejante. Por lo cual, ¿qué va a ocurrir en tu vida si eres egoísta? ¿Quién va a aparecer a tu lado si eres interesado, tacaño o materialista? ¿Quién crees que vendrá a tu vida si eres infiel, celoso o manipulador?
Si deseas que lo malo se aleje de ti dejando lugar a las personas y a las experiencias positivas, empieza por ti. ¿Así de sencillo? Bueno, esta es mi experiencia.
Te sugiero que seas buena persona, es decir, empática, generosa, comprensiva, respetuosa,… que no juzgues, que no critiques, que no manipules, que no mientas,… que evites actos de venganza, envidia, celos, deseos de que a otro le vaya mal… ¿la razón? Por si aún no lo sabes: TODO VUELVE. Tal vez no ahora, no en este momento. Tal vez creas que da igual ser una persona moral que no serlo. Y me gustaría decirte: haz lo que te dé la gana porque da igual. Pero no es verdad, no da igual. En tu vida, cuando menos te lo esperes, cuando ni siquiera te acuerdes del mal que has hecho, te llegará la factura, y ya te advierto que, al igual que en tu cuenta bancaria, vendrá con intereses.
¿En qué me baso para afirmar esto tan rotundamente? Llevo varios años haciendo lecturas de Registros Akáshicos y canalizaciones públicas. Siempre que alguien ha consultado sobre un problema hemos recibido una respuesta y la mayoría de las veces, el origen de un problema estaba en un comportamiento anterior. No siempre, pero sí la mayoría de las veces, así que, ¿por qué arriesgarse?
Cuando ocurre algo “negativo” en tu vida no puedes creer que lo merezcas, y yo tampoco creo que te lo merezcas, sencillamente, es el modo en que el Universo ayuda a cada Alma a comprender el alcance de sus pensamientos, deseos y actos. Los resultados kármicos no son vengativos, sino que tienen como objetivo darte conciencia del alcance de tu comportamiento contigo, con otros y con este planeta.
Por ejemplo, si robas algo en unos grandes almacenes excusándote en que tienen seguro que se lo cubra y que “no es para tanto”, da igual lo que yo te diga. No habrá terapeuta, confesor, economista o Maestro capaz de convencerte de que es un acto dañino. Pero si tú pones un negocio y te roban, ¿cómo te sientes? ¿Qué opinas de lo que roban? Ten por seguro que entenderás el daño de ese hurto por pequeño que sea. ¿Me explico?
En mi vida personal, como en la tuya, ocurren mil cosas que me causan dolor o me hacen enfadar. Muchas de ellas incluso me provocan deseos de venganza. ¿Qué puedo hacer? Me calmo un poco y valoro:
Estos pensamientos, ¿son buenos para mí? ¿Son acordes a la energía de la que estoy hecha?
Si hago lo mismo que me han hecho, ¿qué voy a conseguir?
Si logro mis objetivos causando un daño a otra persona o a una animal (incluso a una propiedad), ¿realmente no habrá consecuencias?
Así que, si en algo te sirven mis “horas de vuelo” como lectora de Registros: sé buena persona. Serás más feliz y estarás más sano, y por supuesto, generarás “buen karma”. Lo que siembras, recoges. Así que, desde este momento: perdona, no juzgues, acepta, ama, fluye… todo esto te ayudará.
Para los más vengativos, una sola palabra: olvídalo. La venganza, el resentimiento o el rencor te hacen más daño a ti que al otro. El primer afectado por estas emociones serás tú. Y una cosa más, ¿tú lo sabes todo? ¿Sabes por qué esa persona hizo eso? ¿Sabes por qué te lo hizo a ti? ¿Acaso tienes todos los datos? Me temo que sólo tienes tu versión, lo que puedes ver desde tu posición… Si realmente hay una Energía Superior, un Dios, una Fuente… Ella sí lo sabe todo, y no dudes que realizará la compensación adecuada en el momento correcto.
Esta ley del “bumerang” es una ley de compensación, por lo que puedes dejar de tomarte la justicia por tu mano. Relájate. Cálmate. Deja al Cielo que haga su trabajo. Tú, desde este plano y en esta dimensión, sólo tienes que conectarte en tu corazón con la energía inteligente, bondadosa y sabia que eres y que siempre has sido.
Si quieres ser feliz y estar sano: ámate, ama y pon tus límites de modo claro y respetuoso, pues ser buena gente no es ser tonto ni dejarse manipular. Esto es muy importante, ¿queda claro? Ser buena persona no es ser tonto, ¿estamos?
No he visto jamás que nuestros hermanos mayores en la Luz se dejen manipular o chantajear. La Luz sabe que hay una justicia mayor que se llevará a cabo en su momento, ni antes ni después. Así que relájate. Acepta cómo eres, cómo es la vida, cómo son los demás y lucha por ser mejor cada día, pues este es el legado que dejarás en tus genes, en tu energía y en el planeta. Cada acto contrario a la Fuente de Amor se vuelve contra ti: si quieres ser feliz y amado, ama. Eso es todo.
Hala, a practicar ahora mismo. Yo también voy a ponerme con ello… nos vamos contando…
Que la Fuerza te acompañe (que falta nos hace).
por Amada Selina | May 14, 2016 | Crecimiento personal y espiritual
Cuando alguien se define como un “maestro espiritual”, empezamos mal.

Una cosa es tener una preparación y recibir ese “título” debido a que enseñamos a otros, y otra cosa es la presentación grandilocuente y rodeada de ego de aquellos que se definen a sí mismos como maestros. Por un lado, alguien que se ha formado y ha experimentado el campo en el que es más experto que tú, puede enseñarte mucho, como un profesor a un alumno. En ese caso, hablamos de maestros de Reiki, por ejemplo. En mi opinión, esto es correcto.
Pero como afirma el canalizado Kryon, “los Maestros no existen”. Me refiero a que nadie puede jactarse de enseñarte algo en el terreno espiritual, pues si presume de ello, ¿cómo va a ser un maestro? La maestría en algo se logra con la práctica, ojo, no con el tiempo. Al igual que un duelo se supera con la aceptación, no con el paso de los días. ¿Se entiende? Creo que sí.
Si un maestro o una maestra es alguien que te enseña cosas que no sabías (o que habías olvidado), entonces te diré que una flor del campo es una gran maestra. Un pequeño caracol te enseña cosas que tú no sabes, o has olvidado. Un gato, aunque tenga quince días de vida, te enseña lecciones que desconoces (o no recuerdas). Deseo que este blog, además de exigir muchas horas de mi tiempo y paliar mi adicción a escribir, me permita ayudarte a ti a avanzar, así que, por favor, haz esta tarea: Mira a tu alrededor y haz la lista de las personas, animales o plantas que te enseñan algo. Las rosas me enseñaron la paciencia; los girasoles, la individualidad. Las perras preñadas me enseñan el amor incondicional; los pájaros del campo, la confianza absoluta. Como verás, ninguno de ellos está titulado ni mucho menos federado en nada, pues un alma evolucionada no requiere titulación alguna. ¿Quiénes te enseñan a vivir? Esos son tus mejores profesores.

Por otro lado, cuando estás ante un maestro de Reiki, de Registros, de Yoga, Ayurveda, Acupuntura, Meditación… esperas que sea poco menos que perfecto. ¡Esto es horrible! Si aún no lo has comprobado no tardarás en comprender que es un humano exactamente igual que tú, simplemente, tiene más conocimientos o más experiencia en un terreno determinado.
Recuerdo una breve anécdota de un discípulo que pidió a su maestro que lo acompañara a comprar zapatos, a lo que este se negó. Y el discípulo, insistiendo, le dijo: Ven conmigo, tú eres un gran maestro. A lo que este respondió: Sí, pero soy un inútil comprando zapatos. ¿Comprendes que cada persona tiene sus asignaturas pendientes? ¿Puedes aceptar que tu “maestro/a” es una persona común, con obsesiones, miedos, enfermedad, ira… que le molestan unas cosas y le apasionan otras? ¿Que le huele el aliento, y suda, y llora, y engorda? ¿Puedes aceptar esto? Es más… ¿puede esa persona aceptar eso de sí misma? Si no puede, tal vez ya no tenga mucho que enseñarte, al menos en el terreno espiritual.
Si esa persona a la que tú colocas en un pedestal acepta este puesto, ya está indicándote su necesidad de reconocimiento. ¿Ves, acaso, necesidad de reconocimiento en una flor, o en un perro o en una nube? No. La Naturaleza es perfecta, libre y mucho más sabia que los hombres que habitamos la Tierra. La vida es tu maestra. Un pobre que pide en la puerta del metro con paciencia infinita, un enfermo que acepta el dolor sin ira, un pastor de pueblo que ama a su rebaño, … una persona honesta es un maestro.
Como pupilo, alumno, mentorado o discípulo, tú debes escoger: ¿de quién puedo aprender? Y aun más, ¿qué puedo aprender? Pues no todo el mundo te enseñará lecciones hermosas, pero son lecciones al fin y al cabo. Piensa mentalmente qué necesitas aprender y observa. Tu actitud expectante deseando superar, integrar y comprender algo propicia la aparición de la persona y el hecho adecuados. Esta es la base energética de la conocida máxima “cuando el alumno está preparado aparece el maestro”.
¿Ves lo que quiero decir?

No te fíes de cualquiera que se titula y se ofrece a sí mismo como “experto” en algo, pues en la Tierra hacen falta más compañeros y menos superiores. Busca con el corazón las personas y experiencias perfectas para tu aprendizaje, pues, por la Ley de la Atracción de la energía que todos somos, aquello que llega a tu vida está en la vibración o punto de conciencia más cercano a ti. En otras palabras, si sigues leyendo esto, es que tú y yo somos muy parecidos. Si lo lees hasta el final sólo para criticar, resuenas con mi lado crítico, perfeccionista y puntilloso, que lo tengo y es muy dado a hacer juicios prematuros. Y quien no pudo ni empezar a leer al ver el título, quien jamas llega a mi página o siente rechazo sólo al ver mi foto o mi nombre, está en un punto de conciencia diferente. Ni mejor ni peor, simplemente distinto. Y esto está bien así. Ya conté en mi libro que no pude leer El poder del ahora de Eckhart Tolle en cuatro o cinco años, y ahora yo escribo sobre espiritualidad, ¡a que flipas! Yo también.
Escoge dónde, cuándo y con quien formarte, y por favor, sé libre. Si alguien te insiste o te obliga a algo, ¿de verdad quieres formarte con esa persona-energía? Busca, compara… Tu corazón sabe, de sobra, si has de estar ahí o no. Confía en tu intuición.
Y recuerda siempre no dramatizar demasiado… Tengo alumnos a los que les han cobrado dinerales por hacer un curso. Esto no es algo malo, simplemente, ocurre todos los días. En esos casos les pregunto: ¿aprendiste la lección de vida que este acontecimiento escondía? Esto es lo importante. Luego, aunque gastaras mucho dinero o mucho tiempo, y sientas que te han tomado el pelo, ¡sí que has aprendido! Simplemente, no has aprendido lo que estaba en el temario, sino lecciones morales aún más importantes. Desdramatiza, no es tan grave. Recuerda que cuando alguien se acerca a la Maestría espiritual en la Tierra, empieza a darle todo igual. Este es una prueba de que uno es un maestr@, cuando todo deja de tener demasiada importancia. Espero que entiendas todo esto que digo, si no, pues en otro momento, que hay más días que longanizas. En Luz, siempre.
por Amada Selina | Abr 30, 2016 | Crecimiento personal y espiritual
Mucha gente desconoce cuál es mi trabajo, así que lo explicaré brevemente. Pero lo mejor de este artículo no es dar a entender tan hermosa profesión (o don), sino mostrarte que tú también eres un canal de amor y Luz.
Hace varios años conocí los Registros Akáshicos o Archivos del Alma. Se trata de una “dimensión” energética que contiene todo lo que cada Alma ha vivido hasta el momento presente. Poder acceder a este Registro me parece una suerte, pero no es algo reservado a unos cuantos, sino que todas las personas pueden acceder a esta información con la preparación adecuada.
A partir de mis primeras experiencias, cargadas de dudas como las de todos mis alumnos, empecé a percibir con claridad que podía canalizar información desde esa dimensión o espacio, el Akasha. Y lo más importante: si yo puedo, tú puedes, pues en esencia todos somos exactamente iguales.
Las primeras experiencias estaban llenas de incertidumbre y preguntas:
¿Realmente puedo percibir información de los Guías espirituales que tenemos?
¿Dónde están? ¿Quiénes son? ¿Por qué nos dan esa información?
Esto que percibo, ¿de dónde viene?
¿Es real?
¿No me lo estoy inventando todo? ¿Será mi propia mente?
Todos nos preguntamos esto (y cosas peores) en las primeras experiencias en este campo.
Sin embargo, la experiencia va desmontando estas dudas y confirmando que todos podemos “canalizar”.
QUE ES CANALIZAR
Hay muchas definiciones, pero a mí me gusta explicar que es recibir energía e información de otros planos, entidades o dimensiones no físicas. Y lo mejor es que ¡tú también puedes! De hecho, estoy segura de que lo has hecho cientos, miles de veces, sin darte cuenta.
La inspiración para escribir o pintar; las palabras que te llegan no sabes de dónde, y hasta te asombras de lo que has dicho o la intuición y las corazonadas son algunas formas de canalización. Otra forma es la “escritura automática”, o los discursos de alguien que está en estado de trance, en un estado alterado de conciencia o en meditación profunda. Los mediums son canales que contactan con el mundo espiritual, y muchas personas pueden “comunicarse” con los animales.
Realmente, ¿estas formas de comunicación te parecen tan raras? ¿En serio? El ser humano ha podido canalizar mensajes de dimensiones superiores desde siempre. La diferencia fundamental es que en la Antigüedad este don estaba reservado a unas cuantas personas y en la actualidad ¡todos podemos! ¿A que se debe? La Tierra, como energía viva, tiene una vibración más alta que hace miles de años. Y el ser humano que lo habita también, aunque a veces no nos lo parezca tal y como está el patio. Pero seamos positivos: cada vez hay más canalizadores espirituales en la Tierra para transmitir mensajes de amor y conciencia.
MI TRABAJO
Hace unas pocas noches soñé que alguien me decía: “no intentes que los demás vean tu trabajo como algo normal, porque no lo es”. Confieso que me sentí rara y pensé: O sea, que mi anterior trabajo, dar cursos de formación para una marca de lujo es normal, pero dar cursos de formación para que la gente hable con sus Guías, ¿no lo es?. Ahora según leo lo que escribo veo la diferencia. Ahora puedo entender a tantos escépticos y críticos que ignoran lo que hago realmente: sólo ayudo personas, como vengo haciendo durante todos estos años como terapeuta.
Otra parte de mi trabajo es escribir: artículos, comentarios, el blog, libros (pronto el segundo), etc. porque siento que vine a ello, porque me encanta y porque escribir es un derecho. La lista de autores y libros que me han ayudado en mi vida es interminable, ¿por qué no puedo ayudar a los demás con la palabra escrita? El éxito de SOMOS LUZ ¡Descúbrelo! demuestra que esta parte de mi trabajo es necesaria.
Y la parte más hermosa, sagrada, diría yo, es mi función como canalizadora espiritual. Cuando lo escribo veo que suena raro. Decir a qué me dedico es, al menos, curioso y poco frecuente. Sin embargo, cuando alguien tiene una profesión minoritaria no se esconde ni se oculta. No juzgo a otros profesionales, no soy quién, pero mi profesión, como otra cualquiera, requiere vocación (indudable), formación (demostrable) y práctica (diaria). La canalización es un estado maravilloso, sanador para mí como canal o medio y para quien la recibe con la mente y el corazón abiertos. Tanto en grandes grupos como en una sesión individual, ya sea presencialmente o en una sesión a distancia, la canalización es un proceso sanador para todos. Ojalá pronto se vea esta profesión con el mismo respeto, reconocimiento y valoración que otros trabajos más populares. De momento, practico la valentía de hablar de amor a todo el que quiera escuchar, a pesar de que no a todo el mundo agrada el hermoso mensaje de la Luz.
¿A que parece mentira que no me dejen canalizar en cualquier sitio? No juzgo a quien no abre sus puertas, pero quería compartir que puede pareceros fácil que nos dejen un espacio para dar estos mensajes de la Luz, por lo que no cobramos un duro, pero no es así. La mitad del día lo pasamos buscando lugares abiertos a estas lecciones de amor de nuestros Guías y Maestros, y estamos felices de realizar esta tarea de conciencia.
TU CAPACIDAD DE CANALIZACIÓN
Ojalá recordases cómo escuchar la voz de tus Maestros o tu Yo Superior sin necesidad de intermediarios ni maestros, pero la mayoría de la gente olvidó cómo hacerlo. Tú, como ser humano, sólo tienes que activar tu propio corazón y creer que puedes conectar con Ellos. Tú puedes obtener energía, respuestas, soluciones o apoyo de tu lado espiritual. No hay que hacer nada raro, pero olvidaste lo sencillo que es. Tú tienes la misma capacidad de canalizar que yo y que otros canalizadores. No somos diferentes, así que, querido lector, cree en ti, pide ayuda y recibe la energía de la Fuente en tu corazón.
Para tener más capacidad elimina emociones y pensamientos de baja vibración (negativos) y cada vez estarás más cerca de la Luz. No temas. Si estás en Amor, recibirás Amor. Es la ley de la cosecha: lo que siembras, recoges. Así que pide ayuda a la Luz pura y, una vez más, no temas. Eso sí, para los que tienen miedo hay ensalmos de todo tipo, no tengas miedo. A la sección del miedo yo le dedico unos 5 minutos en mis talleres, eso es todo, el resto es para hablar de la Luz y el Amor.
Y una cosa más: no te compares. Cada persona canaliza de un modo particular. Unos recitan, otros escriben, algunas personas “ven” y otras sienten palabras en su corazón. Hay gente que canaliza mucha cantidad de información y otras personas reciben menos. Cada canal es único y está en la frecuencia perfecta, por lo que recibe un tipo de mensajes u otro. Y esto es correcto.
Tú eres de Luz, recuerda que te basta conectar con esa parte tuya.
Recuerda a Wayne Dyer: la fuerza del universo es la Intención. Conéctate a ella.
Con amor y Luz, mis mejores deseos para ti.
por Amada Selina | Abr 16, 2016 | Crecimiento personal y espiritual
Todo lo que existe es susceptible de ser admirado o perseguido, y normalmente hay gente en ambos grupos: unos admiran, halagan y defienden, mientras que otros ofenden, injurian, critican o insultan.
En el terreno de la espiritualidad tanto los del primer grupo como los del segundo grupo tienen el mismo objetivo inconsciente. A nivel consciente, los seguidores de un maestro o gurú, creen que esa persona es más espiritual, o elevada, o inteligente, o lo que sea. Y los enemigos que surgen desde el primer momento y aumentan con el tiempo tienen como objetivo consciente desprestigiarlo, calumniarlo, injuriarlo y difamarlo sin tener ni siquiera motivos, pruebas y muy lejos de conocer a la persona o las actividades que realiza. Pero el mundo funciona así, también en el terreno de la espiritualidad.
A nivel consciente, los seguidores de una causa la enaltecen, la defienden, la siguen y la adulan, muchas veces sin demasiada objetividad. ¿Esto es positivo? En mi opinión, deberías mirar a tu maestro o tu causa con objetividad, pues corres el riesgo de sufrir decepciones y de perder el rumbo de mirar por ti mismo. El peligro de estos comportamientos aduladores, muy sinceros la mayoría de las veces, es que el gurú o maestro puede ser llevado por el ego a sentirse superior o escogido, cuando lo que le diferencia es que su conciencia es más elevada. Es decir, no es más listo, ni más iluminado que tú (nadie lo es), simplemente, su Alma tiene más experiencias y va por delante en el camino de la evolución. Pero si se deja adular o se posiciona con superioridad, claramente no está tan evolucionado como creía. ¿Se comprende esto? Creo que sí.
Cuando mucha gente sigue a alguien, este corre el riesgo de dejarse manejar por la adulación, de realizar cualquier trabajo con tal de ser admirado, halagado o seguido. Esta es la prueba de fuego: si cree que es superior a otros, no es un maestro. Puede enseñarte muchas cosas, pero no es un maestro.
Por otro lado, el grupo de detractores, enemigos, difamadores y calumniadores busca conscientemente varios fines, entre otros:
1.- dañar la imagen de la persona, entidad o causa a la que atacan
2.- demostrar su falsedad, sea real o no. Esto les da igual.
3.- reducir sus seguidores (y, a veces, volverlos en su contra)
4.- dar la imagen de defensores de la verdad y la honestidad, aunque utilicen la calumnia para ello.
Pero inconscientemente están sirviendo a la causa que persiguen porque:
1.- Un verdadero maestro o una causa justa, hacen caso omiso de críticos ignorantes e infelices.
2.- Al hablar de algo, aunque sea mal, inevitablemente le haces publicidad.
3.- Elimina los seguidores inseguros, manipulables, inmaduros o interesados, y a los fariseos.
4.- Provocan el deseo de la Verdad de aflorar más cada día.
Por lo tanto, creo que tanto aquellos que creen en algo como los que desean desprestigiarlo con mentiras, realizan un trabajo necesario e inconsciente al servicio de la Luz: que esta se muestre.
Quien se deja llevar por el halago, está lejos del amor.
El que se mueve por la admiración o por el pago económico/afectivo/etc. de sus actos, se define.
Si huyes de la verdad envolviéndote en una falsa modestia, no estás siendo honesto, pues lo que es, es, y aceptarse como un es, incluidas las virtudes, es justo y hermoso, no es pedantería, sino realismo.
Y cuando estás contra algo, yo que tú, intentaría probar lo que critico. En primer lugar, porque puedes incurrir en un delito de calumnias e injurias. En segundo lugar, hablar mal de alguien crea la duda en las personas inteligentes y curiosas, sabedoras de la verdad que esconde el refrán de que “nadie tira piedras a un árbol sin frutos” y lograr poner la atención en lo que deseabas denostar. Y te deja en muy mal lugar. ¿Tal vez quien calumnia, tiene envidia? ¿O miedo? ¿O celos? ¿Qué interés hay en acusar falsamente a un profesional, a una entidad, empresa, asociación, un sistema de vida o una religión? Me viene a la memoria a imagen de las autoridades judías mandando a la muerte a Jesucristo, su mejor representante, casualmente, un judío.
Si aún así insistes en arremeter contra alguien y no te importa carecer de información de primera mano ni dañar la imagen, el trabajo o la vida de una persona o un grupo… asume las consecuencias. “No juzguéis y no seréis juzgados” (Lc. 6, 37). No va a caerte un rayo en la cabeza, pero es seguro que antes o después entenderás, por propia experiencia, el acoso injusto que ahora has provocado. ¿Hay, acaso, un Dios vengativo que te castiga bajo la ley del Talión? Yo no lo creo. ¿Se trata del karma? Sinceramente, después de tres años realizando consultas de Registros Akáshicos, he visto lo suficiente como para estar segura de que nuestros actos tienen sus consecuencias.
Por lo tanto, si decides hacer daño a alguien o algo, bien porque no te parece grave y sientes que lo que haces es justo (como hizo el Sumo Sacerdote Caifás), bien por falta de consciencia, vivirás situaciones parecidas para que tu Alma pueda entender cuánto duele la injusticia, la persecución o la calumnia. Viejos actos generan nuevas situaciones para comprender aquellos viejos actos: esto es el karma (traducido significa: acto).
Por último, quien hace un daño conscientemente genera una factura elevada contra sí mismo. Y antes o después habrá de compensar el daño hecho a otros. Por ello, si estás leyendo esto, sé consciente de tus palabras y tus actitudes. Todos tus juicios y críticas, todo el dolor causado, los volverás a encontrar en tu vida, esta vez, desde el otro punto de vista, con el objetivo del crecimiento de tu Alma.
La Verdad siempre sale a la Luz, pues no se puede engañar todo el tiempo a todo el mundo.
Como canalizadora, como persona expuesta a la crítica positiva y negativa, sólo te pido cordura en tus juicios. No debes seguir a nadie, aunque alguien te muestre el camino a la Luz, deberás hacerlo por ti mismo y sin caer en adulaciones a un humano que no es ni más ni menos, es como tú. Si escoges dañar a alguien sin pruebas, sin conocimiento, e intentas impedir su trabajo de Luz sólo puedes salir perjudicado, al igual que les ocurre a las polillas que se acercan a una “luz”.
por Amada Selina | Abr 1, 2016 | Crecimiento personal y espiritual

En todos mis talleres, canalizaciones y sesiones privadas insisto en esta idea: ACEPTA.
Y casi siempre recibo de vuelta la misma pregunta:
¿Aceptar es conformarse?
¿Aceptar es dejar de luchar?
¿Aceptar es renunciar a los sueños?
Rotundamente, no.
Aceptar es no discutir, no juzgar, no intentar negar lo evidente. Aceptar, para mí, implica mirar las cosas (personas, situaciones, acontecimientos, emociones…) como son, sin un ápice de oposición, crítica, juicio. Se trata de no huir de lo que hay, de no mirarlo de soslayo (de reojo) y de no intentar modificar lo que vemos, si no decirse a uno mismo: “Ok, esto es así”.
Prueba a hacerlo. Si lo logras, notarás un gran descanso, sobre todo mental, porque dejas de luchar contra la realidad, que, te guste o no, es como es. Dejar de luchar te permite guardar fuerzas para la verdadera batalla (enseguida explico a qué me refiero) y te permite ver con más neutralidad los mismos hechos. ¿Puede esto reducir tu sufrimiento? Indudablemente sí.
Por ejemplo, ¿cuántas veces has sufrido por una idea y cuando cambias de idea, sufres menos?
Si piensas que la muerte de un ser querido es injusta, sufres por la muerte y por la injusticia. Cuando piensas que “todo el mundo se muere” y lo ves como algo cotidiano e inevitable, aceptas mejor la muerte de tu ser querido y sufres sólo por la pérdida. Sufres menos.
¿No lo crees? ¿Qué sientes ante la muerte de una persona de 90 años? ¿Y ante la muerte de un niño? Como ves, el hecho de la muerte (como otros hechos de la existencia humana) nos genera emociones distintas en función de nuestros pensamientos.
Los hechos que son inevitables es más sabio aceptarlos.
Pero cuando te sugiero que hagas este ejercicio nunca me refiero a dejar de lado tus derechos, ideas, opiniones, metas o sueños. Simplemente quiero decir que no te enfades cuando las cosas no son como a ti te gustan. La energía que gastas en el enfado o la ira generan distracción mental, agotamiento, enferman tus órganos vitales, estimulan más emociones negativas contra ti, contra los demás y contra la Vida, y por supuesto, te alejan de tus metas.
Si quieres lograr algo, dirígete hacia ese algo, no te distraigas con lo que te estorba en el camino. Me vendrá bien esta imagen que vi estos días en la tierra: cuando las raíces encuentras piedras en su camino, simplemente, siguen creciendo en su dirección natural dejando a un lado ese impedimento. No se pelean con la piedra, no la insultan ni intentan romperla, no le dicen a otras plantas “eh, esta piedra que hay en mi camino es malísima, y me impide seguir creciendo”. Ninguna planta hace eso. Al contrario, cuando la raíz topa con un obstáculo gira un poco su trayectoria y continúa su trayecto. ¿Es una plantita más inteligente que yo? A veces pienso que sí.
Por otra parte, cuando eliminas de ti el enfado, la ira, la idea de injusticia, el pensamiento de lucha… ¿cómo crees que vas a sentirte? Si tienes tiempo, energía y salud, dirige estas cualidades hacia tu meta. ¡No pierdas el rumbo! ¿Cuántas veces, por no aceptar, pierdes tiempo y salud? Vuelve a mirar tus objetivos:
– Si acepto esta situación que no me gusta, ¿qué he aprendido?
– Si la miro tal y como es, ¿es tan grave?
– Aunque sea tan grave, dura, difícil y horrorosa, ¿este estado emocional cambia algo?
– Si no lo cambia, ¿para qué seguir en esta emoción tan paralizante?
– ¿Qué otras emociones e ideas me ayudan frente a esta realidad que no puedo cambiar?
– Realmente, ¿es algo que no puedo cambiar?
– Si puedo modificarlo, ¿qué me detiene?
A veces no podemos, por más que queramos, tragar algo, ya sea una situación, una emoción o incluso otra persona. Yo personalmente, pido ayuda a mi equipo de Guías y Maestros Espirituales para que me den herramientas para seguir creciendo. En mi corazón están todas las respuestas. Y en tu corazón tienes todas las que tú necesitas. Mira en tu propio corazón y hallarás el camino de la aceptación.
Cuando más lo transitas, más fácil se hace, más salud recobras y más feliz eres. ¿No me crees? Pruébalo.
Respecto a la confusión entre “aceptar” y “ceder”, o tragar con todo, o dejar de ser quien uno es… es una lástima que aún se confundan estos conceptos que no tienen nada que ver. Deberías aceptar lo que no puede ser modificado, lo que no tiene vuelta atrás y lo que no está en tu mano. Pero, ¿debes renunciar a ser tú mismo/a? ¿Debes dejar de lado tus derechos? ¿Tal vez aceptar un fracaso es para ti suficiente para que no vuelvas a intentarlo?
Si las plantas hicieran eso no había vegetación en la Tierra, por tanto no había animales, y no estaríamos aquí tampoco nosotros. Tú y yo no estaríamos hablando de esto si no fuera porque cualquier plantita silvestre deja de lado las piedras y sigue su camino con una tenacidad grabada en su ADN. ¿Qué crees que traes anotado en el tuyo, si somos de la misma esencia?
por Amada Selina | Mar 14, 2016 | Crecimiento personal y espiritual
SOMOS LUZ es una declaración, una tesis, un hecho.

Esta frase da título a mi primer libro, finalista al PREMIO CIRCULO ROJO en la categoría de Autoayuda. Pero no se trata sólo de un libro, sino que Somos Luz guarda mi vocación de ayudar a cada ser humano que lo desee a integrar su verdadera esencia, a vivir esta verdad y a cambiar el mundo a mejor. Por ello, con las puertas que abre el libro azul, hacemos principalmente estas tres actividades: canalizaciones, cursos y consulta privada.
CANALIZACIONES PÚBLICAS
Canalizar es recibir y comunicar la energía de los Maestros, Guías y otros Seres de Luz para nuestro bien. Todos podemos hacerlo, y yo regalo mi capacidad como canal a todos los grupos humanos que lo soliciten y estén dispuestos a escuchar los mensajes de la Luz. En esas ocasiones, conecto con un colectivo de Seres de Luz 100% pura y con un Guía espiritual personal y accedo a que Ellos canalicen a través de mí todo lo que deseen comunicarle a ese grupo en ese momento y en ese lugar. Para mí es un honor poder realizar este trabajo y, siempre que pueda mantenerlo, lo haré gratuitamente con la única petición de que se trate de un grupo interesado realmente en escuchar a la Luz (Dios, Energía, Trascendencia, etc.)
Sus mensajes son inteligentes, amorosos, divertidos y siempre útiles para nuestra felicidad y la de nuestros hermanos (los demás seres humanos, los animales, las plantas y el reino mineral, en definitiva, Gaia (el planeta Tierra) y todo cuanto no vemos). Te invito a asistir a mis próximas canalizaciones abiertas.
TALLERES Y CURSOS


La formación es parte de mi proyecto, pues todo el mundo puede adquirir y practicar sus habilidades espirituales. Imparto talleres para que podáis conectar con vuestro Yo Superior y otros Cursos de Registros Akáshicos para que todo el que lo desee pueda acceder a su propio Archivo del Alma. ¿Así de simple? Sí. En un taller puedes adquirir técnicas y herramientas sencillas para estar en contacto con la parte más “elevada” o espiritual que tienes, tu Yo Superior. Siempre entrego un dossier para que practiques en casa con total confianza cualquier ejercicio que te encaje a ti, pues hay muchas técnicas y a cada persona nos van unas u otras.
Los Talleres de Registros suelen durar un día completo. En cada taller doy teoría, la iniciación (un pequeño ritual) y la práctica supervisada. También tendrás tu dossier y tu diploma. Siempre hay talleres en Madrid (zona centro), y también los imparto en San Martín de la Vega, Valladolid, Zamora, Granada… Si la formación te atrae tú encontrarás el tiempo, lugar y maestr@ perfectos para ti.

Una lectura del Registro Akáshico es una consulta individual en la que yo actúo como canal para ti. Simplemente, pido información en tu Registro o Archivo sobre los temas que tú necesites obtener ayuda. Todo el mundo puede “leer” sus propios Registros si se forma, y hay gente que accede a ellos de modo espontáneo y sin formación previa. Si deseamos mayor objetividad, una lectura nos permite escuchar a nuestrao Guías y Maestros a través de un canalizador o “lector”.
Como se trata de recibir información, aclaraciones y sanación, no es necesario que estemos juntos, sino que estas consulotas privadas se realizan también online (por Skype y otro sistema) o por teléfono, con la misma eficacia y resultados positivos para el cliente. Nos consulta gente ¡en cualquier parte del mundo! Pruébalo.